lunes, 2 de noviembre de 2009

[...]

[Si supieras por todas las costas montañosas que he caminado,
todas las veces que vi la luna llena en cielos lejanos,
todas las veces que fui soldado,
todas las veces que fui esclavo,
todas las veces que fui rey,
todos los venenos que he bebido,
todas las veces que contemplé las luces del norte desde el Inari,
todas las veces que respiré la niebla en el Lindisfarne,
todos mis paseos con el conde de Toscana,
todos los que ame, todos los que me odiaron;
si supieras que sentí los vientos de todo el mundo,
que he muerto tantas veces…
Si supieras que nada de eso se compara
con aquella tarde lluviosa en aquel barrio
que la historia no se molestara en recordar,
pisando el pasto de las veredas anchas,
recorriendo juntos algún laberinto
al que aun no le hemos puesto nombre.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario