Elegir un comienzo, elegir un final
dejar que el camino se desenvuelva, solo.
Entregarse a la cascada,
rogando ser una gota cuando se siente un gigante,
rogando ser un gigante cuando se siente una gota.
Negar,
por algo existen las líneas,
por algo existe la razón.
No.
Nada es lo que parece porque nada es.
Esa sonrisa, ese café, ese cielo, esa tarde,
¿Como olvidamos que son solo gotas?
Al menos sabemos que lo que cayó, esta sellado,
y ya nadie lo cambiará.
Ciclos
de gotas y gigantes
y gigantes y gotas
y gotas
y caídas gigantes
y anhelos
y distintos tipos de nada.
Las cascadas no tienen islas,
no hay paz, no hay silencio.
Utopías, que no sirven si nadie les canta.
Buscando laberintos cuando se tienen jardines,
buscando jardines cuando se tienen laberintos.
No hay paz ni cielos ni infiernos.
Y aun así, este jardín esta lleno de hojas secas.
De algún cielo deben haber caído.
Al final se ve que todas las lágrimas son las mismas,
pero los detalles son tan hermosos y a la vez tan inabarcables...
Rendirse ante su inmensidad, querer ser música,
olvidarse de lo estático,
elegir un camino por cada aliento,
y ni un final.
Ni uno.
Todo eso me dijeron sus ojos.
Death shall not be our end,
love shall not be our end,
beauty shall not be our end.
dejar que el camino se desenvuelva, solo.
Entregarse a la cascada,
rogando ser una gota cuando se siente un gigante,
rogando ser un gigante cuando se siente una gota.
Negar,
por algo existen las líneas,
por algo existe la razón.
No.
Nada es lo que parece porque nada es.
Esa sonrisa, ese café, ese cielo, esa tarde,
¿Como olvidamos que son solo gotas?
Al menos sabemos que lo que cayó, esta sellado,
y ya nadie lo cambiará.
Ciclos
de gotas y gigantes
y gigantes y gotas
y gotas
y caídas gigantes
y anhelos
y distintos tipos de nada.
Las cascadas no tienen islas,
no hay paz, no hay silencio.
Utopías, que no sirven si nadie les canta.
Buscando laberintos cuando se tienen jardines,
buscando jardines cuando se tienen laberintos.
No hay paz ni cielos ni infiernos.
Y aun así, este jardín esta lleno de hojas secas.
De algún cielo deben haber caído.
Al final se ve que todas las lágrimas son las mismas,
pero los detalles son tan hermosos y a la vez tan inabarcables...
Rendirse ante su inmensidad, querer ser música,
olvidarse de lo estático,
elegir un camino por cada aliento,
y ni un final.
Ni uno.
Todo eso me dijeron sus ojos.
Death shall not be our end,
love shall not be our end,
beauty shall not be our end.
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