martes, 23 de marzo de 2010

Siegfried.


Los ojos del rey recorrieron la sala del trono. El vació era innegable, el esplendor había abandonado ese lugar hace mucho tiempo. No estaba seguro si debía llamarlo decadencia, a pesar de las cada vez más inseguras miradas de sus (cada vez mas escasos) cortesanos. No era lastima lo que sentía.
La puerta principal se abrió, y dos guardias escoltaron al prisionero hasta el trono.
Siegfried se levantó y se adelantó unos pasos para esperarlo de pie.
- "No se como recibirte, ya no me quedan fuerzas para dar discursos sobre venganza y justicia. Suéltenlo, dejen que hablemos antes de ejecutarlo."
- "No. No habré ejecución. Esto es un sueño."
- "¿Esa es tu apología? Esperaba algo más sensato. Por supuesto que habrá ejecución, y creo que será mejor llevarla a cabo cuanto antes."
- "No, esto es un sueño. Si me matas, todos mueren."
- "Pruébalo."
- "¿Para que? No estás loco. Solo los que perdimos la razón entendemos que la lógica es un refugio del miedo, no una herramienta divina. No te voy a probar nada. Esto es un sueño, esta todo en mis ojos, si me matas dejare de soñarte."
Siegfried lo miró con evidente impaciencia, pero el loco no esperaba respuesta.
- "Me quieres matar porque la maté. Si no habría sido yo, habrías sido tu a la larga, te salvo tu educación de noble. Ella era incorruptible. Había algo demasiado hermoso encarnado en ese cuerpo, y no podía existir sin consecuencias nefastas. Mirarla no era mirar a cualquier mujer, era mirar a algo infinitamente provocador y a la vez puro. Jamás me habría saciado con besarla o acariciarla, nadie lo habría hecho, era demasiado para este mundo. Una vez pude ver sus piernas a la luz de la luna, cuando nos escapamos hacia el lago. Solo vi sus piernas, y no hice nada. Podría haber sido mía esa noche, pero no pude hacer nada. Porque no habría sido suficiente. ¿Comprendes? Nada habría sido suficiente porque ella era pura y nadie más en el mundo lo es.
En ese momento entendí. Todo es un sueño, y ella también lo era. Es la única explicación, un ser así solo puede existir si es soñado.
Fue tranquilizador, al principio. Pude entender muchas cosas, e incluso pude someter el sueño a mi voluntad. Entendí que todo el mundo esta en mis ojos, nada existe fuera, la gente de esta sala no existe, este castillo no existe, solo existo yo, detrás de esta mirada, que si es un instrumento divino.
Pensé que soportaría su existencia con esta nueva concepción, pero su efecto regreso. Así que la mate, para que no siga dominando mi sueño con su pureza."
El rey desenvaino su espada, lentamente. Estaba cansado. Había perseguido al loco durante meses. Había descuidado todo en su vida para lograrlo. Empezó a caminar hacia el condenado.
- "Espera."
El rey se detuvo.
- "¿Que habrías hecho con ella si siguiera viva?
- "No me habría atrevido a hacer nada, porque nada era suficiente."
- "Entonces no me mates, deja que yo te mate."
El rey no respondió.
- "Quizás no existo solo yo. Quizás solo existimos tu y yo. De alguna manera hemos llegado a compartir este sueño, esta realidad en la que nada existe fuera de nuestros ojos. Seguramente lo intuiste en algún momento. Nada existe, todo es una sucesión de imágenes inertes, hasta que soñamos algo que nos gusta. Y el miedo a despertar. Y el miedo a que en cualquier momento consideremos que es hora de castigarnos y el sueño se transforme en pesadilla. Y el miedo a lo inestable que es el mundo que soñamos. Y el miedo a prohibirse soñar. Y el orgullo de saberse loco. Si comprendes lo que te digo, vas a dejar que yo sea quien te ejecute. En cierta medida, ambos vivíamos por ella. Tu ahora vives por tu venganza, que ya esta completa ahora que me has atrapado. Cuando me mates no tendrás nada por lo que vivir, y no te permitirás volver a soñar algo tan divino como ella. Yo estaré loco, pero no soy inmune a la culpa. Déjame aliviarte, y buscar redención en lo que queda de mi pesadilla."
El rey dudó unos segundos, y estiró su espada hacia el loco, de forma que pueda tomarla por el mango.
Los guardias se alarmaron. Uno quiso interponerse, pero el rey le ordenó no hacerlo.
- "Solo los que hemos sido reyes sabemos que al final los reinos no valen nada."
El loco tomó la espada, atravesó con ella a Siegfried, e inmediatamente la soltó.
Uno de los dos despertó, pero no recordaba el sueño.

7 comentarios:

  1. "...no te permitirás volver a soñar algo tan divino como ella..."

    Que siga, eh.
    Yo voy a estar atento, je.

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  2. si me matas dejare de soñarte.

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  3. Es increíblemente excelente, perdonarás mi sinceridad pero no se compara con nada que haya en este blog. Es excelente, y leí mucho en mi vida, sé lo que es bueno. Esto lo es.

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  4. Sabras lo que es bueno para vos. De todas formas, muchas gracias. Y aprecio la sinceridad.

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  5. . Iba a quotear una frase, pero me ganaron xD

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  6. http://aapunado.blogspot.com/

    mira, te sumo un comentario
    y depaso me hago propaganda, jaja


    para cuando lo que sigue? ¬¬

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  7. http://berteolate.blogspot.com/

    El blog que Mirtha Legrand lee todos los dias antes de sus almuerzos aunque no pruebe bocado

    http://berteolate.blogspot.com/

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