lunes, 12 de abril de 2010

De gatos negros y violines rotos, pt.2

"¿Me recordarán,
aunque ya me haya embarcado para no volver?
¿Me recordarás,
aunque sea en susurros?
algún día quizás volveré
y me atreveré a pedirte que me invites a sentarme,
no solo porque el banco esta vacío,
sino porque es otoño, y ya no tenemos miedo,
y nadie espera nada, y sabemos que volveremos a irnos.
Le pido piedad a los dolores que decoran la vida
haciéndonos desear caricias.
Le pido piedad a los lentes rotos que olvidaré en algún cajón,
a la tinta que ahorraré, a las palabras que debería haber dicho,
y también a las olas.
Porque me toca hacer de espectador,
una paloma en una plaza,
esperando que algún viudo con bastón
la mire mientras tira sus migajas.
Buscaré en el silencio las palabras
que faltan para decorar la última máscara.
Mientras, solo me gustaría
que me recuerdes como yo te recuerdo."

1 comentario:

  1. He leido este poema porque una señora en la cama de iun hospital me lo dijo, creo que estaba definiendose y su circunstancia. El poema personalmente me encanta, sera porque al lado de esa señora hay otra que me llrega mas

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